El afecto es el
término médico del estado emocional o humor y los trastornos afectivos son
alteraciones del estado de ánimo. Una sensación breve y ocasional de depresión
es una respuesta frecuente ante los acontecimientos de la vida al experimentar una pérdida o una decepción, y
difícilmente se puede considerar un trastorno. Sin embargo, el trastorno
afectivo que los psiquiatras y psicólogos denominan depresión clínica se
refiere a un proceso mucho más prolongado y mucho más grave.
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Según el Dr. Ravid Mrazek, Psiquiatría y Psicología,
Mayo Clinic de Rochester en Minnesota, Estados Unidos, el síntoma que
más comúnmente se asocia con la depresión es aquel sentimiento duradero de
tristeza, de vacío y de no valer nada. Por otro lado, la depresión
también puede vincularse a irritabilidad y frustración; de manera que cuando
esos síntomas continúan durante dos semanas o más, la fuente del problema
podría ser la depresión. La gente deprimida podría también perder el
interés en la vida diaria y en aquellas actividades que normalmente
disfrutaría. Esto puede presentarse acompañado por cansancio o falta de
energía e incapacidad de terminar aquello que normalmente es fácil de hacer.
Los síntomas físicos de
depresión podrían abarcar cambios en los patrones de sueño, tales como
problemas para conciliarlo o permanecer dormido, además de dormir más de lo
habitual. De igual manera, la depresión puede ocasionar cambios en el
apetito; algunas personas pueden perder peso porque no tienen interés en comer,
mientras que otras sienten ansia por comer y ganan de peso. Entre otros
síntomas de depresión están sentir inquietud o, por el contrario, hacer las
cosas más lento, tener dificultad para concentrarse o tomar decisiones y, en
algunas personas, pensamientos repetidos de muerte o suicidio.
La depresión clínica es
muy tratable. El 80% de los pacientes que sufren esta enfermedad con los
tratamientos muestran mejoría. Los más comunes son los medicamentos
antidepresivos, psicoterapia o una combinación de los dos. Elegir uno u otro
dependerá del patrón, la persistencia de los síntomas, severidad o la historia
de la enfermedad. También hay otra opción cuando es incontrolable; la terapia
electrocompulsiva.
Los especialistas que
llevan a cabo el tratamiento son los doctores o profesionales de la salud
mental. Además hay cada vez más avances farmacológicos en los tratamientos de
la depresión clínica Los antidepresivos en auge y más comunes son la Fluoxentina, Citalopram, Sertralina,
Paroxetina y Escitalopram. Pero
también hay nuevos tratamientos como la Neuromodulación, que consiste en la
aplicación de corriente eléctrica a una zona del cerebro donde aliviara los
síntomas depresivos.
Aún queda mucho que
trabajar para conseguir evolucionar los tratamientos contra la depresión
clínica pero cada vez son más completos y funcionales, aunque los médicos
afirman que no hay mejor tratamiento que “el no darse por vencido”.